Guillermo Bonfil Batalla analizó mucho estos problemas. Como herramienta, desarrolló la "teoría del control cultural" que, a mi ver, nos proporciona un enfoque adecuado a nuestra amestizada catástrofe. Les recomiendo MUCHÍSIMO el libro "México Profundo", o cualquier otra obra de él. En internet solamente he encontrado un texto que ahora expongo en mi página, pero si hacen una búsqueda encontrarán ligas a librerías y bibliotecas dónde tener aceso a sus escritos.
Por lo pronto, abordo algunos de los problemas por medio del lenguaje que conozco: las canciones. He aquí once problemas expuestos.

Existen muchas versiones que explican cómo ocurrió la conquista. Esta me gusta por precisa, concisa, y descarada. Mero preámbulo.

Habrá a quien esta canción le parezca "radical y exagerada". Allá ellos. Es muy distinto "descubrir tierras" que, simplemente, invadir, someter y abusar. Pero dicen que la invasión perfecta es la que convence de su inferioridad al pueblo vencido. Eso asegura siglos y siglos de sometimiento voluntario e inconsciente...

La época de dominación española fue una larga cadena de negocios ventajosos. Claro, tienen la disculpa de haber sido "hombres de su tiempo" que creían haber encontrado "monos para civilizar" y "tierras nuevas".

Desde 1500 hasta la fecha, las Culturas Madre en América han sido reducidas a pequeñas áreas de tierra poco favorecida, y despreciados por la población "criolla y mestiza" (sin que estos últimos sepan que son una dominada herramienta de dominación). Dicho sea de paso, cuando Violeta Parra empezó a viajar a lo largo de Chile con grabadora y guitarra, se enteró de primera mano de cosas importantes, y rediseñó a partir de ellas lo que sería posteriormente su trabajo escénico.

En esta magnífica interpretación de Delfor (que además de buen músico es un excelente y cálido amigo) encontramos una sensación que nos es muy familiar. Así ha quedado nuestra gente por siglos, en toda América Latina. Triste y sin saber por qué.

Y los que no quieren permanecer en sus pueblos tristes, se van a las ciudades, con el espejismo del "progreso". Como ahora mismo, que quienes ven telenovelas creen que todos los urbanos vivimos en grandes casas lujosas, y con "servidumbre indígena". Y cuando llegan, no siempre encuentran la utopía.

El "progreso" es invasivo. Como narra este chamamé argentino, gente de alguna comunidad tradicional es desplazada a una unidad habitacional "por razones de higiene y urbanidad". Claro que esta unidad fue planeada desde el escritorio, sin conocer el clima de la región y las necesidades de vida y autoconsumo de los destinatarios.

En la Ciudad de México le llamamos "vecindad" a un conjunto de viviendas -no muy nuevas- organizadas alrededor de uno o varios patios donde se da una interacción social muy especial. Estas vecindades han ido siendo sustituidas por mounstruosas unidades habitacionales en condominio. A esto mismo nombra Rivero como "conventillo" y "consorcio", respectivamente. No siempre los cambios son buenos.

Muchas veces alguien nos quiere decir qué es "bueno" para nosotros. Muchas veces la cerradez del consejero hace que no podamos hacerlo entender que su visión es subjetiva. Este fenómeno es peor cuando no se trata de individuos, sino de culturas completas. ¿Nunca han escuchado frases como: "el campo en México no progresa porque los campesinos son flojos y borrachos" ?

Comentarios actualizados con la aportación
de Claudio Saavedra, de Chile.

Violeta Parra con parte de su colección de instrumentos.

La cultura occidentalizada trata de "superstición" a cualquier práctica ritual ajena a su tradición judeocristiana. Lamentable herencia inquisitoria. Les sugiero examinar un poco más de cerca estas prácticas -que afortunadamente quedan muchas, a pesar de los intentos por acabarlas-. Tengan la mente abierta, atenta, y se van a encontrar sorpresas grandiosas. Los latinoamericanos contemporáneos no tendríamos qué ser consumidores de hinduísmo y New Age... América no se está enterando apenas de la ecología...

Sí, ya sé que es una visión romántica e idealizada del tema. Pero tenemos tanta herencia de las Culturas Madre actualmente, tan integrada a nuestra cotidianidad que ya ni la notamos -o nos han convencido de que estos elementos hay qué descartarlos por "retrasados". Pero siempre es refrescante saber que en nuestras tierras la gente te da la mano y los buenos días, simplemente porque eres otro ser humano, como ellos.

Vean además en la sección Artículos de mi página principal, un texto nuevo mío llamado La piratería: una forma no consciente de resistencia civil