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Al son
terracalenteño bajan las aguas de la sierra y corren por
el tórrido plan del río Tepalcatepec, en el noroeste
michoacano. Las fértiles tierras de este valle han
congregado gente de muchas partes a lo largo del último
siglo, y con ellos han llegado, se han nutrido y
enriquecido las músicas de cuerdas que por ranchos,
pueblos y ciudades de toda la cuenca han hecho cantar,
bailar, enamorarse, reír y llorar a los que llegan, a
los que se van, a los que vuelven y a los que viven en la
Tierra Caliente de Michoacán. La música es para la
región lo que el río para las tierras de cultivo; los
músicos, aquellos que han hecho del canto y las cuerdas
su modo de vida reconociendo el legado que han recibido
en la música y la poesía de sus antepasados y aportando
su propia voz al modo de ser de esta rica tradición.
Hay en estos sonidos el ánimo de vivir el momento
estético de la comunidad, de ser el sí mismo que sólo
vive en plenitud cuando se establece la comunicación
profunda de la música bien arraigada, del legado que es
destino, que es pasado y futuro, pero sobre todo que es
el presente que sabe ser y hacer trascendente la
existencia. En esta voluntad de cantar y sonar, de vivir
de la música y para la música se cifra sin duda mucho
del ser terracalenteño, la fiesta, el rito, el trabajo
cotidiano, el gusto y el destino, temas que hemos tratado
de abordar en esta serie de programas documentales sobre
los músicos de la Tierra Caliente michoacana, su sentir,
su oficio, el medio en el que trabajan, sus vivencias, su
aprendizaje.
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1 "una
gustosa mirada"
Duración:38:00
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Los músicos de la Tierra
Caliente y de la cuenca del Tepalcatepec en general
suelen hacer referencia a una afición desarrollada desde
pequeños, un gusto que antecede a la ejecución y al
trabajo musical y poético. En este programa se pone de
manifiesto la importancia del gusto como ingrediente
fundamental de la tradición terracalenteña, tanto por
medio del testimonio de los músicos al reflexionar sobre
su trabajo, como por la ejecución de diversos sones y
canciones. Nos comparten aquí vívidamente las íntimas
razones que los motivan para la ejecución musical, así
como algunos de los que ellos consideran los rasgos
importantes para entender su arte y poder expresarse por
medio de él.
Se presenta el ambiente de la música en el ámbito rural
y en el urbano: tanto la ejecución casera, informal y
festiva, como la de los conjuntos profesionalizados de la
ciudad de Apatzingán, cuyos integrantes han aprendido el
oficio justamente a partir del conocimiento tradicional.
Estos conjuntos, que hoy alegran con sus enérgicas y
bien timbradas ejecuciones las cantinas y restaurantes de
la próspera ciudad, han visto mejores tiempos, en los
años sesenta y setenta, cuando la bonanza económica
convocó a músicos de diversos rincones de la cuenca del
río Tepalcatepec para integrarse en conjuntos que
hicieron toda una época, algunos de los cuales
sobreviven, incluso con algunos de sus viejos miembros.
El trabajo cotidiano de estos músicos, pagado por pieza
o por hora, mantiene el elemento primordial del gusto,
que persiste como el elemento que hace posible la
música.
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2 "los
trinos del arpa grande"
Duración:38:00
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El arpa es el instrumento en
torno al cual se agrupa el conjunto de cuerdas
terracalenteño, que suele integrarse, además, por dos
violines, que ejecutan las melodías en las
introducciones y los puentes entre las estrofas cantadas,
y por la vihuela y la guitarra de golpe, instrumentos de
cinco cuerdas que se rasgan y aportan la base armónica y
rítmica al conjunto. El arpa se caracteriza por la
ejecución de los bajos o bordones, que aportan dinamismo
y picardía a la ejecución musical; por si fuera poco,
el arpa es también un instrumento de percusión que se
tamborea vigorosamente en la tapa al compás de los
sones. Si bien la ejecución de melodías en las cuerdas
agudas, los llamados trinos, no tiene el mismo
protagonismo en la ejecución del conjunto, en este
programa se puede apreciar el virtuosismo de algunos
músicos que se han especializado en su instrumento para
interpretar a un tiempo melodía y acompañamiento; son
continuadores de la tradición terracalenteña de los
arperos solistas, que ha sido enriquecida por
extraordinarios ejecutantes desde el siglo XIX.
En sus testimonios, los músicos se refieren al
protagonismo del arpa grande, a la fascinación que
ejerce en quienes la tocan y la escuchan, y a los
problemas por los que atraviesan los arperos y los
músicos de los conjuntos de arpa en la actualidad,
cuando la falta de nuevos ejecutantes y el descuido
institucional parecen poner en riesgo la transmisión de
esta música tradicional. Participan, asimismo, lauderos
que se refieren a su oficio, aprendido por tradición y
encaminado a la dotación de instrumentos para los
músicos locales.
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3 "y
sus historias de vida"
Duración:38:00
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Aquí los músicos de la Tierra
Caliente nos hablan de sus vivencias en el trabajo de
cada día, de los valores que tiene su oficio, el destino
que han abrazado, la mayoría de ellos ya por muchos
años. Músicos y poetas populares se refieren al papel
primordial que la música ha tenido para su existencia,
nos dejan ver cómo han llegado a abrazar el destino,
oficio y vocación, compromiso y labor cotidiana. En
amenos y sentidos testimonios se refieren a la forma como
nació en ellos el gusto musical, a la manera como
consiguieron su primer instrumento, a cómo empezaron sus
compromisos de trabajo. Asimismo, se refieren a los
avatares que han enfrentado, a las fuentes de
inspiración que los han llevado a ejecutar la música y
a componerla en su caso; recuerdan sus experiencias con
las grabaciones, las formas como afrontaron su formación
musical. Este programa nos permite conocer la íntima
realidad del destino musical terracalenteño a partir de
la experiencia de quienes lo viven.
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4 "en
los concursos de octubre"
Duración:38:00
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Desde 1956 se realiza en
Apatzingán, el centro urbano más importante de la
Tierra Caliente, un concurso de música y baile
tradicional, en el marco de las fiestas Octubrinas, que
conmemoran la Constitución de 1814, primera carta magna
de la nación, signada por José María Morelos y los
insurgentes que se reunieron atendiendo a su llamado en
la que en aquel entonces era una población marginada, lo
que les permitió evadir la persecución de las
autoridades coloniales. Según la tradición, el
encuentro habría terminado con una fiesta popular en la
cual el propio Morelos bailó con la música de un
conjunto de arpa. Desde hace cincuenta años este
concurso, que reúne a diversos músicos de la ciudad y
de otras poblaciones de la región, recupera esa
tradición que liga singularmente la historia cívica y
el arte de la Tierra Caliente.
A través de testimonios y de imágenes de las
ejecuciones de los concursantes en el encuentro de los
días 21 y 22 de octubre de 2005, se presenta un panorama
del desafío que convoca a un nutrido público
proveniente de toda la cuenca del Tepalcatepec,
habitantes de los pueblos y ranchos del valle y las
laderas que encuentran en el concurso un inmejorable
escenario para las tradiciones del baile y la música
tradicionales, el jarabe y el son, el canto de valonas,
el tamboreo de arpa y el baile de caballos. El concurso,
que ocupa un lugar central en el gusto de la gente que
concurre a las fiestas Octubrinas, aparece amenazado en
nuestros días por la desatención de las autoridades
respecto de la trascendencia del papel de los músicos
tradicionales en la fiesta más importante de la región;
algunos de ellos se refieren a esta problemática, así
como a la importancia ritual y festiva del concurso. |
Producción
para Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y
Secretaría de Cultura de Michoacán
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5 "rayando
el siglo veintinuno"
Duración:27:30
Formato: SVCD en sobre sencillo
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¿Qué le espera al son
terracalenteño en estos tiempos, y los que vienen?
Los músicos, los académicos, los funcionarios hacen un
análisis del pasado, la situación actual, fortalezas,
debilidades y opciones para lograr el mejor futuro
deseable. Este programa es como el mensaje de la botella
tirada al mar, una esperanza de vida para las
tradiciones.
Todo esto, entre música y bailes, por supuesto. |