Gota a gota, lenta, lenta

Carlos Adolfo:	Ana Zarina:
La apasionada humedad del sudor de tu pasión, me hace perder la razón y a veces la voluntad. Navego en la veleidad, el antojo me alimenta y en la vida me sustenta la flor que el amor deshoja; cuando el rocío la moja, gota a gota, lenta...lenta.	Gota a gota, lenta, lenta una mano recorriendo la piel. El sentir tremendo desde un vientre que revienta. Después, la realidad cruenta acongoja sin piedad a quien, con su levedad, mira sólo a la distancia y hoy ha transmutado en ansia la apasionada humedad.
La transmutación del ansia va recorriendo la piel del vientre que sabe a miel, si se acorta la distancia reventará en abundancia, ya no habrá esa levedad mas bien será saciedad, se acabará la congoja saciaremos, si se moja la apasionada humedad.	Saciaremos, si se moja, la piel con gusto a manzana de Adán, y hasta la insana sensación que nos sonroja. Quitaremos, hoja a hoja, la armadura suculenta. El cuerpo, que ya revienta será todo un sinsentido, será sangre en su vahído gota a gota, lenta, lenta.
Se aletarga el sinsentido mientras la espalda retruca, la sangre sube a la nuca convirtiendose en vahído y si se calienta el nido, esta humedad se fermenta se va armando el tienta, tienta, todo de sudor se empapa y poco a poco se escapa gota a gota, lenta, lenta.	Se aletarga el sinsentido mientras la espalda retruca, la sangre sube a la nuca convirtiendose en vahído y si se calienta el nido, esta humedad se fermenta se va armando el tienta, tienta, todo de sudor se empapa y poco a poco se escapa gota a gota, lenta, lenta.
Llueven gotas de placer, la lluvia presagia viento, es tormenta, mi tormento, esa brisa de mujer, que moja el manecer, chipi chipi con que alienta a la ilusión que contenta; al darse el encuentro, !Guapa! será adhesión que me atrapa gota a gota, lenta, lenta.	Lenta la palabra fluye, lenta fluye la pasión, lenta inhibe la razón y más lenta ésta se arguye. Lenta la víspera huye; se aproxima, suculenta la voz clara, la que cuenta un sentimiento inseguro. La palabra ve el futuro gota a gota, lenta, lenta.
Gota a gota es agua errante, gota a gota sube y baja, gota a gota al cuerpo viaja en lenta lluvia constante. Es la pasión que al instante gota a gota se acrecienta, gota a gota se reinventa, como llovizna con prisa, se vierte en húmeda brisa gota a gota, lenta, lenta.	Se vierte en húmeda brisa la calidez de un aliento, se magnifica el momento donde el cuerpo cicatriza. El aire tibio barniza a la piel que experimenta. Todo pide que consienta a la pasión milagrosa que le ofrece tanta cosa gota a gota, lenta, lenta.
La calidez de un aliento es anheloso estertor, un enjundioso calor, prominente bastimento, de fuego en el aposento; y un rojo oscuro magenta, es parte de esa sedienta piel en que se sumerge la brisa, que luego emerge gota a gota, lenta, lenta.	Es anheloso estertor el que llega con el viento, prominente bastimento que de a poco abre la flor. La corola, con furor al rozarla se violenta, tanta turgencia que ostenta con los dedos es hechizo y devela el paraiso gota a gota, lenta, lenta.
Remate de Carlos Adolfo: Develas un paraiso, agua que en la mano viajas, que entre pringas desparpajas los dedos con un hechizo. La magia no se deshizo al contrario experimenta, un embrujo que instrumenta baños suaves de vapor, para deshojar la flor gota a gota, lenta, lenta.