POR ESO YO
YA NO LLORO

Pude retomar, al fin,
esta vida que yo adoro;
por eso yo ya no lloro
y el que llora es el violín.
Cuando se da un rompimiento,
de los dos sale lo peor:
al acabarse el amor
lo que queda es un tormento.
Y fue mucho el sentimiento,
yo quedé llena de hollín.
Acariciando un delfín
detuve mi "cuesta abajo",
luego, con mucho trabajo,
pude retomar, al fin.

Empezó la relación
con música del Edén...
pero, al conocerlo bien,
se me acabó la ilusión.
Por confundir el carbón
con un lingote de oro
me causé gran deterioro,
y fueron muchos los daños;
caso olvido, por dos años,
esta vida que yo adoro.

Y no es que él sea abusivo.
Son la causa de sus males
diferencias culturales
que hacen al gringo ofensivo.
Lo bueno es que, donde vivo,
si no quiero, no incorporo
más gringos en este foro
pues, gracias a Dios, no hay tantos.
Sin ellos hago mis cantos,
por eso yo ya no lloro.

Desde que tuve conciencia
de mi nacionalidad,
amo a México, en verdad,
con pasión y reverencia.
Gracias a mi vasta herencia
de rebozo y corbatín,
es para mi alma festín
la música mexicana,
soy feliz con mi jarana
y el que llora es el violín.

Ana Zarina Palafox Méndez
Enero de 2003

 

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