La liberación del jaguar
(Primera parte)

Fernando Guadarrama Olivera
Pueblo Jaguar A.C.

pueblojaguar_ac@yahoo.com.mx
fguadarramao@hotmail.com

Huye, huye animalito,
huye por los acahuales,
con San Antonio de Padua
el rey de los animales.
Huye, huye animalito,
huye por el horizonte,
con el Señor de los Cerros
el mero dueño del monte”.

Verso popular de la Cuenca baja del Papaloapan)

Finalmente, después de una larga espera de 14 meses desde su captura, exilio y encierro, el llamado “jaguar de luz” fue liberado y devuelto a su pueblo y a su selva, en medio de rituales, rezos, fiesta y música de chirimía, ante los ojos admirados de las autoridades ambientales y de los pocos fuereños que tuvimos el privilegio de ser testigos de este suceso extraordinario.

El 17 de octubre del 2004, los pobladores de Cristo Rey La Selva, uno de los cuatro anexos de la comunidad zapoteca de Asunción Lachixila, que se localiza en la región del Rincón Bajo de la Sierra de Villa Alta en Oaxaca, atraparon y entregaron a la PROFEPA (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) a este jaguar luminoso, debido al daño que venía haciendo en sus potreros, en donde había matado varios becerros y borregos. En palabras de los propios habitantes de La Selva, decidieron capturarlo y no matarlo porque brillaba en las noches y desaparecía cuando ellos intentaban darle caza, suceso sobrenatural que interpretaron como un mensaje. Meses después, el 6 de marzo del 2005, en un hecho sin precedente, los comuneros de Lachixila, reunidos en asamblea general y en presencia de los enviados de la PROFEPA, la SEMARNAT (Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales) y la CONANP (Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas), reconsideraron la decisión de La Selva y acordaron regresarlo a su montaña de origen, porque en la memoria del pueblo los jaguares son sus abuelos fundadores y forman parte importante de su patrimonio comunal, natural e histórico.

La mañana del sábado 17 de diciembre un helicóptero de PEMEX (Petróleos Mexicanos) voló desde Oaxaca llevando de vuelta al hermoso felino de ojos color verde agua, para depositarlo primero en el paraje conocido como “Lachi soa yía bexitao” (Llano Piedra Tigre), lugar sagrado de la comunidad de Asunción Lachixila, en donde fue recibido por el Consejo de Ancianos con una impresionante misa prehispánica. Aproximadamente dos horas después el helicóptero levantó el vuelo nuevamente con su valiosa carga, para llevarlo hasta “Lachiwechi” (Llano Mazate), pequeño plan sobre el cerro, situado a la orilla de la selva, en donde los propios comuneros, con una serenidad impresionante a pesar de no tener ningún tipo de protección, alzaron la puerta de la jaula y lo pusieron en libertad.

Desde muy temprano la gente de Arrollo Macho, San Mateo, La Selva, La Chachalaca y Asunción, pueblos que integran la comunidad agraria de Lachixila y la Unión Indígena Zapoteca “Emiliano Zapata” (UIZA-EZ) de los bajos de la Sierra de Villa Alta, se fueron juntando en el Llano Piedra Tigre para asistir a la ceremonia. De todas las direcciones y por todas las veredas llegaban filas de hombres, mujeres y niños para acompañar a los ancianos en tan importante evento. La mañana amaneció nublada y con ligeras lloviznas, lo cual nos hizo temer a todos, principalmente a los visitantes, que el helicóptero no podría llegar. “Si pueden – nos dijo tranquilo el señor Félix Morales Luna, Comisariado de Bienes Comunales – Hace nueve años, justo un 18 de diciembre, cuando nos agredió el ejército federal, llegaron tres helicópteros artillados, y esa mañana estaba lloviendo... Si pudieron esos porque ahora no van a poder”. Don Félix tenía razón y un poco después de las doce del día, hora señalada para el arribo, se escucharon detrás de la montaña los traqueteos inconfundibles de las hélices de dos “boludos”, como suelen llamarles en Lachixila a estos enormes aparatos. En uno de ellos venía el jaguar.

El Llano Piedra Tigre es un precioso vallecito ribereño del tamaño de siete canchas de futbol, gobernado al centro de su orilla montañosa por una monumental ceiba de más de trescientos años, según nos comentaron los comuneros: “Cuando mi abuelo era niño ya estaba esta ceiba aquí” – nos dijo sin temor a equivocarse Don Benito Luna Morales, presidente de la UIZA-EZ. El llano se encuentra situado al fondo de una cañada, a la orilla del Río Cajonos, que marca con su cauce la frontera de la increíble montaña selvática de Lachixila con los pueblos vecinos de Ixtlán. Allí se encontraron los dos abuelos nahuales que fundaron el pueblo después de marcar los límites de su territorio en el transcurso de una sola noche. Así lo cuenta la historia antigua de Lachixila. Los Xtaorho Bexitao (abuelos jaguares) montaron dos tigres de luz para realizar tal proeza, a los cuales llevaban sofrenados con víboras de cascabel. Cuentan los viejos que estos abuelos iban montados al revés, es decir, viendo hacia atrás, para registrar las señales que iban dejando a su paso los jaguares. Mirando hacia atrás avanzaron hasta delimitar su territorio. Al amanecer se encontraron en el llano y al escucharse el primer canto del gallo los dos jaguares quedaron en este lugar para siempre convertidos en piedra. Las víboras de cascabel quedaron allí también, sembradas bajo las dos enormes piedras manchadas que hoy guardan la memoria de la fundación de Lachixila. Víbora y jaguar, día y noche, símbolos de lo masculino y lo femenino, de la luz y de la oscuridad, del mundo y del inframundo, de la vida y de la muerte, dualidad original de todos los pueblos mesoamericanos que aún es historia presente en este pequeño pueblo de la montaña oaxaqueña. ”Nuestra tierra siempre ha sido tierra de tigre y de víbora” – nos comentó al respecto Don Cipriano Pérez, comunero de Arroyo Macho.

Todavía, hace muy poco tiempo, se recuerda que los hombres y mujeres de la población llevaban hasta el Llano Piedra Tigre a sus hijos recién nacidos, para que recibieran el don del jaguar. En este día especial y con motivo de la celebración anunciada no fueron pocas las mujeres embarazadas que asistieron hasta el lugar sagrado, como lo hubieran hecho seguramente sus abuelas.

Dos curiosos asistentes llegaron también muy de madrugada para esperar la llegada del jaguar macho de 7 años que se llevaron hace un año, pero decidieron por seguridad presenciar el suceso desde su refugio en la selva, a una distancia prudente. Pero su presencia no pasó desapercibida, ya que dejaron claramente marcadas sus huellas sobre la playa húmeda del río. Se trata de una hembra de jaguar y su cachorro de casi un año que desde hace meses rondan por este lugar, como esperando el regreso del prisionero. “Son la compañera y el hijo del que se fue” - dicen los comuneros de Arroyo Macho, que seguido ven las huellas cuando vienen a trabajar en sus parcelas ubicadas en el llano.

Los preparativos para el ritual de recibimiento y liberación empezaron desde la noche anterior. El Consejo de Ancianos, conformado por un grupo selecto de hombres mayores de sesenta años, únicos guardianes de los rezos secretos para hablar con la tierra, con los cerros y los animales, juntaron con cuidado todos los elementos de la ofrenda, la cual dejaron preparada justo enfrente de las dos piedras tigre. Allí cavaron cinco agujeros de un brazo de profundidad, cuatro marcando los puntos cardinales y uno más grande al centro. Por mucho rato platicaron en su lengua materna, recordando uno a uno los pasos y los rezos que deberían realizar a la llegada del jaguar. La gente del pueblo y los pocos visitantes se colocaron respetuosamente a distancia. Solo algunos jóvenes comisionados por la asamblea ayudaban en sus labores a los ancianos. A unos cien metros, sobre la playa del río, se reunieron también las autoridades de los cinco pueblos, los directivos de la organización y el Comisariado de Bienes Comunales. Ellos se encargaron de afinar los detalles para el programa que se ofrecería en la tarde, después de la soltada del tigre, a las autoridades del gobierno que vendrían a entregarlo. Todo estaba listo cuando pasado al medio día los dos helicópteros aparecieron en el cielo.

 

Liberación del jaguar, segunda parte
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